Damonte tiene más de 20 años de experiencia como consultor de servicios públicos principalmente en América Latina, pero también ha participado en proyectos de regulación de servicios públicos en América, Europa, África y Oceanía.
Pregunta: ¿Podría hablarnos de usted y de su trabajo?
Fernando: Soy el Chief Operating Officer de Quantum America, una consultora internacional especializada en el área de servicios públicos, con fuerte presencia en el mercado latinoamericano y en expansión al resto del mundo. A lo largo de mis 20 años de carrera, he participado en numerosos trabajos sobre la regulación de empresas de servicios públicos en América, y también en países de Europa, África y Oceanía. Previamente, fui gerente de proyectos en estudios destacados, entre ellos: Diseño de Marcos Regulatorios, Diseño de Estructuras Tarifarias Modernas y Estudios de Eficiencia Comparativa (Benchmarking) tanto en Energía Eléctrica como en Gas Natural.
También he sido expositor en numerosos cursos y congresos, entre los que destacan 16 Seminarios Internacionales de Regulación y Tarifas, organizados anualmente por Quantum. He sido expositor en Brasil en dos ocasiones en el Gas Summit y en tres ediciones del Smart Grid Forum. Por último, he sido ponente en el Curso de Regulación organizado por el PURC de la Universidad de Florida en Estados Unidos.
A lo largo de mi carrera, he sido coautor de artículos en libros y publicaciones académicas sobre temas de diseño de tarifas y estimación de eficiencia en empresas distribuidoras de energía eléctrica. Anteriormente, me desempeñé durante cinco años como jefe de tarifas en Distribuidora de Gas del Centro y Cuyana en Argentina (ECOGAS). Tengo una licenciatura en ingeniería industrial de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, y una maestría en economía de la Universidad de Florida, Estados Unidos de América.
P: ¿Qué le hizo querer unirse al Path to 100%?
Fernando: El futuro de la energía es distribuido, renovable y digitalizado, pero la velocidad a la que llega la humanidad es crucial para revertir el cambio climático. Debemos involucrarnos para acelerar ese proceso. El paradigma del cambio ahora es diferente. En el pasado era centralizado, de arriba hacia abajo. Las autoridades tomaban decisiones y definían políticas para que todos las siguieran. En la actualidad, muchos cambios se gestan desde abajo hacia arriba, desde una conciencia social colectiva que comienza a actuar y a elegir de determinada manera. Para conseguir un 100% renovable, no podemos esperar que las autoridades lo hagan por si mismas en sus propios tiempos, necesitamos gestar movimientos sociales, horizontales, distribuidos que comiencen a generar energía limpia de manera distribuida, que almacenen energía en sus vehículos y en baterías en sus viviendas. Este movimiento distribuido se complementará obligatoriamente con medidas que tomen los planificadores energéticos regionales. El camino al 100% renovable no tiene una única solución, sino al contrario, requiere que a todos los niveles ocurran cambios para que entre todas la pequeñas y grandes soluciones se acelere la transición energética.
P: Describa su pasión por la energía renovable y cómo la ha puesto en práctica en Argentina.
Fernando: ¡La energía limpia e ilimitada es emocionante! Fundé IRIS con mis colegas consultores, que es una empresa de asesoría en consumo de energía inteligente que incluye instalación de paneles solares y desarrollo de comunidades solares.
IRIS, es una empresa que tiene como misión ayudar a los consumidores de energía a convertirse en protagonistas del mercado de la energía. Las nuevas tecnologías de generación y almacenamiento de energía junto con los desarrollos en soluciones digitales, inteligencia artificial y domótica revolucionarán la economía mundial. Es importante desarrollar soluciones locales, cerca de los consumidores, para ayudarles a consumir y a generar su propia energía, que puedan compartirla entre pares, cooperar y colaborar en el desarrollo de soluciones creativas que fomenten las economías regionales, las economías circulares, estimulando la sustentabilidad y el cuidado del medioambiente. El nuevo paradigma de la energía es colaborativo, participativo, sostenible, inteligente, digital y distribuido.
Dentro de estas iniciativas estamos desarrollando el concepto de Generación Comunitaria de Energía mediante la cual un grupo de usuarios se asocian para generar su propia energía en un punto remoto de sus puntos de consumo, inyectan su energía a la red y el Distribuidor les descuenta el valor de esa energía es la factura de cada consumidor copropietario. La Generación Comunitaria puede ser solar (Comunidad Solar) pero también puede ser de Generación Térmica a partir de Biogás, pequeña Hidro, Eólica, etc.
P: Su carrera se ha extendido por más de 20 años, ¿podría describir algunos de sus proyectos o logros notables?
Fernando: Participé en el diseño de prefactibilidad y determinación de precios para la licitación de más de 3000 km de gasoductos en México en 2014 dentro de un plan estratégico de importar gas natural (shale gas) desde Estados Unidos. Este proyecto ayudo a convertir la matriz energética mexicana hacia una más limpia.
Colaboré en 2017 en el desarrollo del Marco Regulatorio de Gas Natural para El Salvador que permitirá sustituir combustibles líquidos en la generación de energía y en la industria. En 2013 participé en un estudio para la transición energética hacia la masificación del servicio eléctrico mediante energías limpias en Islas Salomon, Oceanía. Estos son solo algunos proyectos de los muchos y muy interesantes que he tenido oportunidad de participar a lo largo de estos años.
P: ¿Qué son las comunidades solares y por qué son importantes para un futuro de energía 100% renovable?
Fernando: Las comunidades consisten en la realización de instalaciones de generación de energía limpia de manera conjunta por varios usuarios en vez de que cada uno realice instalaciones individuales. De este modo se logran beneficios para la sociedad y para los individuos. Los usuarios invierten sus ahorros en generación de energía, lo cual es preferido a que el Estado o grandes corporaciones lo hagan, pero al asociarse pueden lograr mejor escala que la que lograrían en sus propios domicilios.
Algunos de los beneficios de las comunidades solares (y cualquier tipo de generación comunitaria renovable) son:
- Democrático: Pueden participar incluso los que no poseen espacio en su vivienda o condiciones para hacerlo (alquilan, viven en un edificio, tiene sombra, etc.)
- Inclusivo: Pueden participar con cualquier nivel de aporte ya que son propietarios del generador de manera proporcional a su aporte.
- Impacto Social: Algunos programas permiten acceder a la propiedad mediante aporte de trabajo en la construcción
- Economías de Escala: Construir un generador comunitario de 1 MW de potencia puede ser hasta 3 veces menos costoso en USD/kW instalado que pequeñas instalaciones domiciliarias
- Eficientes: Al instalar 3 veces más potencia con el mismo nivel de inversión se generan al menos 3 veces la cantidad de energía contribuyendo de forma mas eficiente al medio ambiente (mas CO2 desplazado)
- Colaborativo/Cooperativo: Los usuarios se asocian para producir energía en vez de recurrir a la solución individualista fomentando el espíritu de sociedad de bienestar y el sentido de pertenencia al grupo social
- Sinérgico: Al evitar el autoconsumo ya que la energía se genera en una locación diferente del punto de consumo, la Distribuidora no pierde sus ingresos por el uso de sus cables, postes y transformadores. De esa forma los generadores comunitarios son aliados de las distribuidoras y pueden fortalecerse mutuamente generando fuertes sinergias, mejorando la calidad del servicio eléctrico y la resiliencia de la red.
P: Ahora bien, ¿cuál considera que es uno de los principales desafíos que enfrenta Argentina en su camino hacia una energía limpia y asequible?
Fernando: Tenemos un grave disenso sobre el rumbo, Argentina es un país con gran riqueza en hidrocarburos, hay muchas opiniones que favorecen su explotación masiva antes de que pierdan valor. Por otro lado, la migración hacia energías renovables requiere inversiones y las inversiones perciben alto riesgo dada la baja credibilidad institucional.
Es decir, hay fuertes incentivos para explotar los fósiles antes de que pierdan valor por la sustitución por alternativas renovables. Un Ministro de Energía de Arabia Saudita dijo hace muchos años en relación al fin de la era de los combustibles fósiles que la edad de piedra no terminó por falta de piedras. En el caso del petróleo y el gas natural, quedarán reservas bajo el suelo que nunca serán explotadas dada la sustitución por alternativas renovables.
Por otro lado, una transición hacia una energía 100% renovable requiere importantes montos de inversión. Argentina tiene muy baja credibilidad para inversionistas dada la alta inseguridad jurídica y las malas políticas fiscales de los últimos 20 años.
Estas dos fuerzas, acceso a combustibles fósiles y falta de acceso a financiamiento impiden el desarrollo de energías limpias.
P: Finalmente, ¿qué pasos específicos puede tomar Argentina para ayudar en el camino hacia una energía 100% renovable? ¿O qué cambios ve que se están produciendo ahora?
Fernando: Argentina debería estimular la participación privada en inversiones de generación de energía limpia. El Estado es ineficiente e insolvente y las empresas requieren de altos retornos para reducir la inseguridad jurídica. Miles de pequeños ahorristas que demuestran interés en ser protagonistas del sector eléctrico, que tienen conciencia medioambiental podrían generar el cambio que necesitamos, porque el nuevo paradigma es descentralizado y democrático.
Photo: Juan Pablo Mascanfroni on Unsplash